¿De qué se trata?

Johns Hopkins describe esta afección como una inflamación e hinchazón de las bolsas situadas entre la articulación del hombro y los tejidos blandos circundantes. Las bursas son pequeños sacos llenos de líquido que actúan como amortiguadores entre huesos, tendones y músculos. Cuando las finas bursas se desgastan debido a la fricción, se hinchan, provocando un movimiento doloroso.

Causas de la bursitis

En el caso de la bursitis de hombro, la bursa se inflama, lo que provoca dolor y rigidez en la articulación del hombro. Esto puede deberse a varios factores. Por ejemplo, los movimientos repetitivos o el uso excesivo de una articulación pueden irritar el saco de la bursa y provocar una inflamación. Esto es especialmente frecuente en deportistas o personas que realizan actividades que implican movimientos repetitivos, como lanzar una pelota o teclear. La bursitis también puede deberse a una lesión, como una caída o un golpe directo en la articulación afectada. Esto puede dañar el saco de la bursa y provocar su inflamación. Otro factor a considerar como causa que puede desencadenar el dolor es el envejecimiento. A medida que envejecemos, nuestras articulaciones y tejidos se vuelven menos resistentes y más susceptibles a las lesiones y la inflamación. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar bursitis. Además, hay ciertas afecciones médicas, como la artritis reumatoide, la gota o la diabetes, que pueden aumentar el riesgo de desarrollar bursitis.

Síntomas de la bursitis de hombro

Los síntomas pueden variar de leves a graves dependiendo de la gravedad de la inflamación y de la causa subyacente de la enfermedad. Estos son algunos de los síntomas a los que hay que prestar atención:

• Dolor: Puede sentir un dolor profundo en la articulación del hombro. El dolor puede ser más intenso al mover el hombro o al aplicar presión sobre la zona afectada. Debido a la inflamación, el hombro puede estar caliente al tacto.
• Hinchazón: Los sacos de la bursa de la articulación del hombro pueden inflamarse y volverse sensibles, lo que provoca enrojecimiento visible, hinchazón o una protuberancia alrededor del hombro.
• Rigidez: La inflamación puede causar rigidez en la articulación del hombro, limitando la amplitud de movimiento y dificultando el movimiento libre del brazo.
• Debilidad: En algunos casos, la bursitis de hombro puede causar debilidad en el brazo afectado, lo que dificulta la realización de las actividades cotidianas.

Tratamiento de la bursitis de hombro

Los expertos afirman que, dependiendo de la gravedad del dolor, existen distintos métodos de tratamiento para aliviar las molestias. Se recomienda solicitar un diagnóstico al profesional sanitario. Los tratamientos más comunes son:

1. Inmovilización de la zona articular: Esto puede ser difícil con la articulación del hombro, pero evitar el uso excesivo de la articulación es importante para la curación.
2. Descansa: Descansar el hombro afectado y evitar actividades que exacerben el dolor puede ayudar a reducir la inflamación y favorecer la curación.
3. Hielo: Aplicar hielo en la zona afectada puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación. El hielo debe aplicarse durante 20 o 30 minutos seguidos, varias veces al día. No es raro que la inflamación dure varias semanas.
4. Analgésicos: Los analgésicos de venta sin receta médica, como el paracetamol, o los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.
5. Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede elaborar un programa de ejercicios para ayudar a fortalecer los músculos que rodean la articulación del hombro, mejorar la amplitud de movimiento y reducir el dolor.
6. Inyecciones de corticosteroides: En algunos casos, pueden recomendarse inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

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